Nacemos y morimos. Esta es mi realidad más palpable. Lo que pasa antes
y después de estos dos hitos, por ahora, sólo puedo racionalizarlo como la
nada, o como un estado al cual sólo tengo acceso mediante “patas de conejo”, “biblias o coranes”,
“profetas”… que me ayuden a racionalizarlo para que tome forma y solidez. De momento
me quedo con la nada.
¿Y entre medias? Esto es lo que me ocupa. ¿Qué pasa mientras estoy
viviendo? Últimamente necesito hacer un esfuerzo por afianzar ciertos conceptos que me
resulten válidos. Pero esto no ha sido así siempre.
Recuerdo tener superpoderes cuando era niño. Recuerdo tener claro
quién era verdugo y quién víctima mientras era adolescente. Recuerdo justificar
mi comportamiento siempre. Todo tomaba sentido cuando lo pensaba. Cuando se me
planteaba el comportamiento de alguien violento, lo resolvía con la negación de
su validez. El violento era malo porque sí. Cuando se me planteaba el
comportamiento de alguien loco, lo resolvía afirmando que así era por las
evidencias que se me brindaban y que yo mismo ponía sobre mi mesa como ciertas.
Ahora me he pasado de rosca.
Por ejemplo, si pienso, sentado delante de mi escritorio, sobre la violencia (física
o psíquica) que quiero ejercer sobre mis hijos para que su vida se acerque a un
sentido que me resulte válido, he perdido mi previsión de criterio. Solo sé que
no sé lo que pasará ni lo que significará para mí o para mi entorno.
Pero no me quiero quedar en el raciocinio orientado a entender mi
entorno cercano o lejano o cómo influir en él. Lo que más difícil me está
resultando es convivir conmigo mismo. ¿Cómo no he tomado consciencia antes? Lo
más difícil de digerir está detrás de mis narices.
Sí, soy parte de un todo. Sí, soy parte de grupos contenidos y
continentes de otros. Sí, puedo y encontraré reafirmación de aquellas cosas que
busque. Ahora ya no tengo criterio porque mi propia reafirmación sobre mis
ideas no ME vale. Este texto se puede poner en duda, y es la mayor aproximación a
la realidad.
De momento NO PUEDO QUEDARME CON OTRA COSA QUE NO SEA HACER. De lo
único que puedo tener cierta certeza, es del momento que vivo. Lo único que es
real, que tiene que ver con la realidad que vivo, es lo que hago, siento,
pienso… MIENTRAS SUCEDE algo. Y claro, esto es por el momento, mientras escribo estas palabras. Mañana será
otro día, y lo más relevante es que haré algo. Comienzo otra vez más.
Me gusta que comiences.
ResponderEliminarMe gusta que te guste que comience.
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