Te voy a hablar del salto narrativo que he concretado hace poco.
Partía del camino del héroe, que yo resumo como el proceso que comienza con la salida del hogar, consiste en la superación de ciertas pruebas durante las que se produce un cambio a mejor y termina con la vuelta al hogar en ese estado mejorado.
La primera vez históricamente que me encuentro con algo nuevo es con Niezstche:
Partía del camino del héroe, que yo resumo como el proceso que comienza con la salida del hogar, consiste en la superación de ciertas pruebas durante las que se produce un cambio a mejor y termina con la vuelta al hogar en ese estado mejorado.
La primera vez históricamente que me encuentro con algo nuevo es con Niezstche:
-Viajero, ¿quién eres tú?. Veo que recorres tu camino sin desdén, sin amor, con ojos indescifrables; húmedo y triste cual una sonda que, insaciada, vuelve a retornar a la luz desde toda profundidad -¿qué buscaba allá abajo?-, con un pecho que no suspira, con un labio que ocultan su náusea, con una mano que ya sólo con lentitud aferra las cosas: ¿Quién eres tú? ¿Qué has hecho? Descansa aquí: este lugar es hospitalario para todo el mundo -¡recupérate! Y seas quien seas: ¿Qué es lo que ahora te agrada? ¿Qué es lo que te sirve para reconfortarte? Basta con que lo nombres: ¡lo que yo tenga te lo ofrezco!
–‘¿Para reconfortarme? ¿Para reconfortarme? Oh tú, curioso, ¡qué es lo que dices! Pero dame, te lo ruego.-‘
–¿Qué? ¿Qué? ¡Dilo!
–‘¡Una máscara más! ¡Una segunda