Bastará decir que soy Juan
Pablo Casel, el pintor que mató a María Iribarne; supongo que el proceso está
en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi
persona.
Ernesto SÁBATO
Atilano Soto
fue presidente de Caja Segovia mientras en España un gran número de cajas se
convertían en un banco, allá por el 2010. Años antes fue presidente de la
Diputación Provincial de Segovia. Y antes seguramente ocupara cargos en el
ayuntamiento y todas esas cosas que han caracterizado a la España de la Segunda
Restauración Borbónica. No le culpo solo a él; yo tuve gran parte de culpa. Al
principio luchaba por lo que pensaba, el enemigo tenía un nombre propio y el
objetivo estaba claro. Queríamos una constitución, una democracia, libertad…
esas cosas que nos dieron en 1978, aunque una vez que lo conseguimos, la
verdad, ya no nos gustaba. Hicimos a nuestra imagen y semejanza un mundo que se
ha llenado de analfabetos funcionales, ladrones y uniformes ignorantes. La idea
era buena, lo malo fue todo lo demás.